SANA, 15 de julio (NNN-HISPANTV) — Debido a cuatro años de conflicto, Yemen vive sumido en una de las crisis humanitarias más graves del mundo, y al borde de la hambruna.
Actualmente, se enfrenta, además, a una mortal epidemia de cólera que se propaga rápidamente. Con 90 a 100 casos que llegan cada día al hospital Al-Sabeen de la capital yemení, Saná. La infección bacteriana transmitida por el agua ha cobrado más de 3000 vidas en Yemen, desde que comenzó el brote en 2016.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el brote de cólera en Yemen llegó a más de 460 mil casos sospechosos este año, entre ellos aproximadamente 200 mil los afectados son niños. Se trata del brote más grave jamás registrado a nivel mundial, con 1.3 millones de presuntos casos de cólera a finales de 2017, precisa la Oxfam.
Esta peligrosa enfermedad afecta especialmente a los menores de 15 años, que representan el 41 por ciento de los casos sospechosos.
Cada día, miles de niños con diarrea acuosa aguda acuden a los centros de salud para recibir tratamiento. Además, esta situación resulta todavía más preocupante, si tenemos en cuenta los niveles de desnutrición aguda infantil en Yemen: casi 2 millones de niños la sufren.
Ahora surge una pregunta: ¿Quién es el culpable? Pues todos apuntan a Arabia Saudí y su coalición, que llevan bombardeando esta nación desde el marzo del 2015, y han generado una crisis humanitaria por apuntar deliberadamente a los sistemas de salud y de agua en Yemen.
A todo esto hay que añadir la hambruna y la falta de alimentos para abastecer las necesidades de la población yemení, una de las más pobres del mundo.
— NNN-HISPANTV