MADRID, 28 de junio (NNN-PRENSA LATINA) — Cientos de Bomberos y militares participaron el jueves en las labores de extinción de un incendio forestal declarado el miércoles en la región nororiental española de Cataluña, que ya arrasó más de seis mil 500 hectáreas.
El fuego avanzaba el jueves sin control en la provincia catalana de Tarragona, en medio de una potente ola de calor iniciada la víspera y que afecta en especial al norte del país europeo, con temperaturas de más de 40 grados centígrados.
En declaraciones a periodistas, el consejero (ministro regional) de Interior de Cataluña, Miquel Buch, advirtió que el incendio puede llegar a afectar unas 20 mil hectáreas, lo que lo convertiría en uno de los más graves en esa comunidad autónoma en dos décadas.
‘Nos tenemos que remontar 20 años atrás para tener un incendio de estas características. Es una situación crítica’, aseguró a los medios el jefe del operativo de bomberos, Antonio Ramos.
Al igual que Buch, Ramos explicó que puede llegar a un potencial de aproximadamente 20 mil hectáreas si no se estabiliza el perímetro a tiempo.
Las llamas se propagaron rápidamente por el viento y las altas temperaturas que asolan estos días el valle del Ebro.
Unos 350 bomberos, 230 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias del Ejército español y una quincena de hidroaviones y equipos terrestres luchan para frenar el avance del fuego, que estalló el miércoles en el municipio de La Torre del Español (Tarragona).
De acuerdo con las autoridades, el origen del siniestro fue la acumulación de estiércol de gallina en una granja, que entró en autocombustión por el viento y las altas temperaturas.
‘Toda apunta a que el titular hizo una gestión incorrecta de las deyecciones ganaderas lo que, sumado a unas condiciones meteorológicas extraordinarias, originó el incendio’, señaló en un comunicado el cuerpo de agentes rurales.
En lo que va de año, se quemaron en España 38 mil 23 hectáreas, el peor dato desde 2009, según el Ministerio de Agricultura, tras un invierno muy cálido y seco que hace temer a las autoridades que el verano será complicado en la lucha contra incendios.
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