ESTAMBUL, 24 de junio (NNN-AGENCIAS) — “Hoy ganó la democracia. Ganaron los 16 millones de habitantes de Estambul”, afirmó en su primer discurso después del cierre de las urnas Ekrem Imamoglu, el candidato opositor del CHP que logró un neto triunfo en las elecciones municipales en la metrópoli sobre el Bósforo tras la anulación de su éxito el pasado 31 de marzo.
ESTAMBUL, 24 de junio (NNN-AGENCIAS) — “Hoy ganó la democracia. Ganaron los 16 millones de habitantes de Estambul”, afirmó en su primer discurso después del cierre de las urnas Ekrem Imamoglu, el candidato opositor del CHP que logró un neto triunfo en las elecciones municipales en la metrópoli sobre el Bósforo tras la anulación de su éxito el pasado 31 de marzo.
“Hoy cerramos una vieja página y abrimos una nueva. Trabajaré sin excluir a nadie”, añadió Imamoglu reivindicando la victoria.
“La hora de la democracia desafortunadamente se interrumpió el 31 de marzo, pero ahora se reinició”, continuó, agradeciendo también a los electores de los otros partidos.
Tras conocer los primero resultados, que daban la clara victoria con el 55% de los votos a Imamoglu, Binali Yildirim, candidato del partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a alcalde de Estambul, reconoció la derrota.
El triunfo en el voto municipal convirtió así a Imamoglu en una sensación política, aunque también en el objetivo de la máquina de propaganda del AKP, que no estaba dispuesto a dejarse sorprender por segunda vez y que incluso había acusado al político, por boca de su rival oficialista a la alcaldía, de relacionarse con grupos terroristas.
Pese a ello Imamoglu se convirtió en el nuevo alcalde de Estambul y como tal es capaz de arrebatar a Erdogan el corazón económico, cultural y simbólico de Turquía. Además le inflige la peor derrota desde que alcanzó el poder, y triunfó incluso donde comenzó el ascenso del sultán hace 25 años, justo como alcalde.
“Señor presidente, estoy listo a trabajar en armonía con usted” para “servir a Estambul”, dijo Imamoglu, dirigiéndose al Jefe de Estado turco, Erdogan, en el discurso en el que las elecciones municipales de Estambul lo reivindicaron como alcalde.
De las urnas salió un cuadro inédito para la política turca, en grado de cambiar su equilibrio a largo plazo. Porque lo confirma el éxito en Estambul, donde vive una quinta parte de los turcos y se produce una tercera parte de la riqueza nacional, se produce después de que la oposición ya había conquistado la capital, Ankara, y toda el área del Mediterráneo, además de los baluartes tradicionales del Egeo.
Los centros económicos del país están ahora en manos de la oposición, y para el AKP se espera el comienzo de una nueva temporada en la que la administración del poder será ciertamente menos fácil.
Euforia y festejos se registraron en el comité electoral de Imamoglu en Estambul al conocerse los resultados que confirmaban nuevamente el triunfo del candidato en las elecciones municipales.
Con más del 60% de las mesas escrutadas, el candidato de la oposición lograba más de 10 puntos de ventaja sobre su rival del AKP, Binali Yildirim.
Los casi 800 mil votos de ventaja certifican un éxito que ya no se puede discutir, después del cabeza a cabeza de la última ronda. Los temores sobre la movilización de votantes se han disipado. A pesar de la temporada de vacaciones de verano ya iniciada, la participación se confirmó alta, alcanzando el 85%. Muchos regresaron de las playas para votar.
“En una ciudad como Estambul las elecciones de alcalde no se deberían haber hecho de este modo. Ahora los electores tomarán la decisión más oportuna para Estambul, había dicho Erdogan tras emitir su voto en el colegio electoral del barrio de Uskudar, al tiempo que confirmaba que se quedaría en la ciudad para seguir los resultados.
La Comisión Electoral Suprema Turca (YSK) aceptó algunos recursos presentados por el AKP del presidente Erdogan y por la oposición socialdemócrata del CHP que pidió considerar válidas las boletas utilizadas el domingo en numerosas mesas para las elecciones municipales en Estambul sin el sello Oficial, sino con las de las últimas elecciones o con timbres múltiples.
En el referéndum presidencial de 2017, ganado por Erdogan, la decisión de considerar las boletas sin un sello válido también fue una fuente de gran controversia. La votación del domingo también se produce después de la cancelación de las elecciones administrativas del 31 de marzo por presuntas irregularidades en la composición de las comisiones encargadas de llevar a cabo los escrutinios. (ANSA).
— NNN-AGENCIAS
