DAMASCO, 9 de junio (NNN-AGENCIAS) — Cerca de mil 500 refugiados ya abandonaron el campo de refugiados de Al-Hawl en Siria, pero las más de 70 mil personas que permanecen en el campamento necesitan asistencia y protección inmediatas, advirtió Najat Rochdi, la asesora en materia humanitaria del enviado especial para Siria, Geir Pedersen.
Según la funcionaria de la ONU, de los 72 mil refugiados que continúan en el lugar, el 91 por ciento son mujeres y niños.
La asesora también subrayó el principio colectivo de responsabilidad hacia las víctimas de un conflicto, “muchas de las cuales son muy jóvenes para tratar de buscarle un sentido a una guerra que carece de él”.
Recordó a las partes, que bajo el Derecho Internacional todos los niños, incluidos aquellos sospechosos de estar vinculados a grupos armados u organizaciones terroristas, “merecen protección y cuidados especiales”. “Esos niños son víctimas y deben ser tratados como tal”.
También pidió a los países con influencia en el conflicto sirio que faciliten la entrega de ayuda humanitaria al campo de refugiados de Al-Rukban (controlado por los extremistas apoyados por los EE.UU.), donde unas 29 mil personas tienen una necesidad crítica de asistencia alimentaria.
La guerra civil siria ha resultado en más de 5.6 millones de refugiados y más de seis millones de desplazados internamente desde el 2011.
Existe un “gran peligro” de que se produzca una “catástrofe humanitaria” si la violencia no llega a su fin, apuntó.
Las fuerzas gubernamentales, encabezadas por el presidente Bashar al-Assad, han recuperado el control de la mayoría de los territorios del país, por lo que ahora se centran en crear condiciones favorables para la repatriación de los refugiados.
Rusia está apoyando en el proceso, proporcionando ayuda humanitaria y actuando como garante del alto el fuego.
— NNN-AGENCIAS