KUALA LUMPUR, 4 de junio (NN-BERNAMA) — La Ley Helms-Burton, una ley federal de los Estados Unidos (EE. UU.) que entró en vigor el 2 de mayo, es un paso desesperado por parte de EE.UU., así como un ataque directo a la soberanía de Cuba y su sistema político y económico.
En una declaración ante el Servicio Internacional de Noticias Bernama, la embajadora de Cuba en Malasia, Ibete Fernández Hernández, dijo que el Capítulo III de la Ley de 1996 propone que las personas que reclaman propiedades que fueron nacionalizadas o expropiadas en Cuba, incluidas las personas que en ese momento no eran ciudadanos estadounidenses, deben estar protegidas.
“El título tres persigue la internacionalización del bloqueo creando incertidumbre y desalentando a las compañías extranjeras a hacer negocios con Cuba. En resumen, es una ley norteamericana que afirma tener un efecto fuera de sus fronteras y (que) legalmente no puede”, dijo.
Hernández dijo que Cuba, asistida por el derecho internacional y la Constitución de 1940, legitímó la nacionalización de propiedades en 1959 y 1960 debido a la demanda popular y la necesidad de reestructurar las relaciones de propiedad en la isla, en cumplimiento de parte del programa de la revolución.
Cada acto de nacionalización incluía un acto de compensación como es la práctica internacional, pero Estados Unidos se negó a aceptar la compensación, dijo.
Destacó que otros países como Francia, Suiza, Gran Bretaña, Canadá y España fueron compensados y sus negocios florecen en Cuba hasta el día de hoy.
“Cuba no es una amenaza para el mundo. Durante 60 años ha sufrido todo tipo de agresiones y el bloqueo más largo de la historia. Agradecemos a Malasia su posición contra las medidas unilaterales y por acompañarnos todos estos años. Necesitamos más solidaridad de todos.
“El mundo no puede permanecer inactivo mientras (ciertos países) atacan a otras personas simplemente porque no profesan los mismos valores e ideologías. Cuba está convencida de que un mundo mejor es posible, basado en el respeto a las diferencias, la integridad y la soberanía”, agregó.
— NNN-BERNAMA
