BUENOS AIRES, 25 de mayo (NNN-TELESUR) — Cuatro jóvenes perdieron la vida luego de una persecución a tiros que culminó en un choque vehicular en la localidad de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires, en un nuevo caso de “gatillo fácil” que conmociona a la sociedad de Argentina.
Carlos Aníbal Suárez (22), Gonzalo Domínguez (14), Danilo Sansone (13) y Camila López (13), fallecieron el pasado lunes tras estrellarse el auto en el que viajaban contra un camión con acoplado estacionado al borde de una ruta provincial. Eran intensamente perseguidos por un patrullero que abrió fuego contra el vehículo. Rocío Guagliarello (13) sufrió heridas de gravedad y se halla en terapia intensiva.
En el cuerpo de una de las víctimas se encontró un orificio de proyectil calibre 9 milímetros, concordante con el arma reglamentaria que utiliza la Policía Bonaerense, confirmó este viernes el procurador Julio Conte Grand.
Por su parte, el fiscal Héctor Vogliolo también ratificó el uso de armamento por parte de los efectivos, y adelantó que “hay muchísimas filmaciones y elementos suficientes como para poder reconstruir las circunstancias”.
Siete policías han sido imputados por los hechos, cinco de los cuales ya se encuentran detenidos mientras se realizan sendos peritajes balísticos para saber de cuál o cuáles de las armas partieron los disparos.
El viernes familiares de los jóvenes muertos y organizaciones de derechos humanos se movilizan desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo para exigir Justicia. “Estas muertes son consecuencia del endurecimiento de la política de seguridad y de los mensajes que alientan a que la policía dispare en cualquier circunstancia”, advirtió el emblemático Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que participaba de la marcha.
— NNN-TELESUR