NACIONES UNIDAS, 30 mar (NNN-UNIS) — Los glaciares agonizantes, huracanes sin precedentes, incendios forestales devastadores, sequías e inundaciones marcaron el paisaje socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El documento revela impactos climáticos extremos que han infligido graves daños a vidas, medios de subsistencia y cadenas de suministro de alimentos en una región ya afectada por la pobreza y la inseguridad.

La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, destacó que los fenómenos meteorológicos extremos se extendieron desde los Andes hasta la Amazonía y desde las ciudades hasta las comunidades costeras, causando importantes trastornos económicos y ambientales. Sequías y olas de calor alimentaron incendios forestales devastadores, mientras lluvias excepcionales provocaron inundaciones sin precedentes. Además, se registró el huracán de categoría 5 más precoz de la historia.
El informe detalla que 2024 fue el año más cálido o segundo más cálido registrado, dependiendo de los datos analizados. Los glaciares fueron una víctima visible del calentamiento global, con la desaparición del último glaciar de Venezuela (Humboldt), convirtiendo al país en el segundo del mundo en perder todos sus glaciares. Este retroceso glaciar es especialmente preocupante pues estas masas de hielo son cruciales para el suministro de agua de millones de personas.
Entre los datos más alarmantes se encuentra el récord de temperatura en América Latina y el Caribe, con +0.90°C sobre el promedio 1991-2020. El fenómeno de El Niño influyó en patrones de lluvia, causando sequías severas en la Amazonía y el Pantanal, donde las precipitaciones fueron 30-40% menores a lo normal. Esto llevó a niveles históricamente bajos en ríos como el Negro en Manaos y el Paraguay en Asunción.
Los incendios forestales batieron récords en varias zonas, siendo particularmente trágicos los de Chile, que causaron más de 130 muertes. En Brasil, las inundaciones en Rio Grande do Sul se convirtieron en el peor desastre climático del país, con pérdidas agrícolas estimadas en 8,500 millones de reales (cerca de 1,500 millones de dólares) y más de 180 víctimas fatales.
El informe también destaca aspectos positivos, como el crecimiento de las energías renovables, que representan casi el 69% de la matriz energética regional, con un aumento del 30% en capacidad solar y eólica respecto a 2023. Además, resalta la mejora en sistemas de alerta temprana que han salvado vidas y aumentado la resiliencia.
Sin embargo, el escenario se complica por factores como altos precios de alimentos, aumento de pobreza, desigualdad de ingresos e inestabilidad política. Pérdidas agrícolas y ganaderas han afectado significativamente la disponibilidad de alimentos y la estabilidad de medios de vida rurales.
La OMM enfatiza la urgencia de implementar estrategias de resiliencia agrícola, fortalecer sistemas alimentarios y priorizar acciones de mitigación climática. “La labor de la comunidad de la OMM y todos nuestros socios es más importante que nunca para enfrentar estos desafíos”, afirmó Saulo. La agencia está trabajando para mejorar capacidades de los Servicios Meteorológicos Nacionales mediante inteligencia artificial y herramientas innovadoras que apoyen el desarrollo de energías renovables.
— NNN-UNIS