El hambre aguda de los niños rohinyá aumenta en medio de recortes de financiación en Bangladesh

NACIONES UNIDAS, 12 mar (NNN-UNIS) — En los asentamientos de refugiados de Cox’s Bazar, en Bangladesh, la desnutrición infantil ha aumentado, y los recortes a la financiación de la ayuda corren el riesgo de crear una “catástrofe” humanitaria, advirtió el martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Un niño desnutrido recibe alimentos en un refugio de un asentamiento de refugiados en Cox’s Bazar, Bangladesh. (Foto: UNICEF/Ilvy Njiokiktjien)

“Los niños del mayor campo de refugiados del mundo están sufriendo los peores niveles de desnutrición desde el desplazamiento masivo que se produjo en 2017”, declaró Rana Flowers, representante de UNICEF en Bangladesh, a los periodistas en Ginebra, casi ocho años después de que cientos de miles de personas de etnia rohinyá huyeran de los ataques militares generalizados en Myanmar.

Hablando desde Dacca, Flowers dijo que el mes pasado en los campamentos de Cox’s Bazar, las admisiones por desnutrición aguda grave aumentaron más del 27%, en comparación con febrero de 2024, con más de 38 niños menores de cinco años ingresados para recibir atención de emergencia cada día.

“A menos que se consigan recursos adicionales, solo la mitad de los niños que lo necesitan tendrán acceso a tratamiento este año, y eso dejará a unos 7000 niños en situación de riesgo, con la expectativa de un aumento de la morbilidad y la mortalidad”, indicó Flowers.

Bangladesh acoge a más de un millón de rohinyás apátridas que fueron expulsados de sus hogares en Myanmar en el transcurso de varios años, tras la brutal represión militar de 2017.

Unos 500.000 niños refugiados rohinyás viven en los campamentos de Cox’s Bazar.

Flowers destacó varias “crisis que se agravan” y que están impulsando el aumento de la desnutrición. Entre ellas, la inusualmente larga temporada de monzones del año pasado, que exacerbó las condiciones insalubres en los campamentos, provocando diarrea grave en los niños, y brotes de cólera y dengue.

La violencia en la frontera con Myanmar ha provocado más desplazamientos, mientras que las raciones de alimentos se han visto disminuidas.

Ahora, la crisis mundial de financiación de la ayuda tiene a las familias de refugiados al borde de la “desesperación extrema”.

“Las raciones de alimentos han llegado a un punto crítico”, afirmó Flowers. “Según el Programa Mundial de Alimentos, sin financiación inmediata, las raciones podrían reducirse pronto a menos de la mitad, a tan sólo 6 dólares al mes, una cantidad que está muy por debajo de las necesidades nutricionales básicas”.

Subrayó que las madres embarazadas y lactantes, junto con sus bebés, estarían entre los más vulnerables.

La representante de UNICEF insistió en que las familias “aún no pueden regresar a sus hogares en condiciones de seguridad” en Myanmar.

Hace apenas diez días, en una reunión informativa ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que el país está sumido en una de las peores crisis de derechos humanos del mundo. Denunció la “campaña de los militares de Myanmar para aterrorizar a la población mediante actos de extrema brutalidad”.

Los refugiados rohinyás en Bangladesh tampoco tienen derecho legal a trabajar, según indicó Flowers, lo que los hace dependientes de la ayuda.

El secretario general de la ONU, António Guterres, tiene previsto viajar a Bangladesh a finales de esta semana y reunirse con refugiados rohinyás en Cox’s Bazar, como parte de su visita anual de solidaridad con el Ramadán.

Cuando se le preguntó sobre el impacto de los importantes recortes en la financiación de la ayuda de los Estados Unidos, Flowers dijo que, tras el anuncio de una congelación de la asistencia exterior de los Estados Unidos a principios de este año, UNICEF recibió una exención humanitaria para su programa de nutrición.

“Eso puede permitirnos utilizar los alimentos terapéuticos listos para usar para tratar y curar a los niños muy enfermos con desnutrición aguda grave. Pero necesitamos tanto la exención como la financiación real para mantener este trabajo”, afirmó.

Subrayó que la financiación para los servicios de detección y tratamiento de la desnutrición infantil de la agencia se agotará en junio de 2025.
— NNN-UNIS

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