LA PAZ, 12 de mayo (NNN-PRENSA LATINA) — La Fuerza de Tarea Conjunta de Bolivia erradicó dos mil 385 hectáreas de coca ilegal en el trópico de Cochabamba, los Yungas de La Paz y en Yapacaní (Santa Cruz), en estos primeros meses del año.
De acuerdo con datos del Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, la mayor destrucción de cocales ilícitos se desarrolló en el trópico con la eliminación de mil 950 hectáreas, seguido de los Yungas y la región cruceña de Yapacaní, donde se erradicaron 322 y 113, respectivamente.
Las autoridades informaron que, a pesar de la resistencia de algunos productores y dirigentes de los Yungas, principalmente de La Asunta (Sud Yungas), la destrucción de cocales ilegales se realizó sin contratiempos.
En ese sentido, se resaltó el apoyo de gran parte de la población de esas regiones en las labores de erradicación, pues reafirmaron su compromiso de no permitir cocales que no estén comprendidos en las 22 mil hectáreas que establece la Ley 906.
El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, expresó su confianza en el fin de los enfrentamientos con algunos productores y dirigentes de los Yungas, pues la mayoría está de acuerdo en que no haya producción indiscriminada.
Como parte de la lucha contra el narcotráfico, impulsada por el Gobierno boliviano, durante estos primeros meses también se confiscación más de 118 toneladas de droga.
‘La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico y sus grupos especiales desarrollaron en este período al menos tres mil 568 operativos estáticos y móviles de interdicción al tráfico de sustancias controladas’, informó Cáceres.
El vicetitular explicó que hasta el 22 de abril se decomisaron más de cuatro toneladas de cocaína y más de 113 de marihuana.
Además, se destruyeron 18 laboratorios de cristalización de cocaína y 314 fábricas de cocaína base.
Bolivia cuenta con una estrategia de lucha contra el narcotráfico y control de cultivos excedentarios de coca hasta 2020.
La misma aborda el asunto de las drogas de manera integral y equilibrada a través de la regionalización de la lucha contra el narcotráfico.
Tal estrategia está compuesta por cuatro pilares: reducción de la oferta, disminución de la demanda, control de cultivos excedentarios de coca y responsabilidad internacional compartida.
— NNN-PRENSA LATINA