LA PAZ, 13 ene (NNN-PRENSA LATINA) — Viviendas afectadas y criaderos de truchas destruidos caracterizan el panorama del municipio de Quime, departamento de La Paz, tras el embate de los ríos Kuyuma, Pongo y Quime, desbordados por las lluvias, reportó Bolivia Tv.
Por efecto de las incesantes precipitaciones que no cesan desde el viernes y provocan emergencia en todo el país, al menos cuatro casas de Quime están en riesgo inminente de desplome, en algunas sus moradores tuvieron que pernoctar en los techos, mientras las calles permanecen anegadas por la corriente de agua y lodo (mazamorra).
Mediante el canal de televisión estatal, los pobladores clamaron el sábado por ayuda, pues temen que, con las lluvias, el agua afecte más viviendas, derribe más postes eléctricos y se prolongue la carencia de esta energía.
Según las imágenes televisivas, la corriente destruyó la plataforma vial entre Quime y Pongo e imposibilita la transitabilidad en esa ruta.
Entrevistados por Bolivia Tv, varios damnificados pidieron la intervención con maquinaria pesada de la Gobernación de La Paz y del Gobierno nacional para reencauzar el torrente acuífero, así como para mitigar las pérdidas materiales.
Según el alcalde de Quime, las aguas del río del mismo nombre no han descendido por efecto de las permanentes precipitaciones.
“Quime está entre dos ríos -lamentó la autoridad-, no pensamos que esto iba a pasar, no estábamos preparados. No tenemos electricidad y la comunicación es difícil. Nunca habíamos visto ese crecimiento de las aguas, entendemos la molestia (…)”.
Significó que la topografía local no ayuda, y el riesgo es grande, pues muchas casas quedaron deterioradas y están a punto de colapsar.
Ubicada a tres mil 63 metros sobre el nivel del mar, la municipalidad de Quime se ubica en la provincia Inquisivi, a 113 kilómetros al noroeste del centro de La Paz.
En emergencia también se encuentran los comunarios de Montero Hoyos, departamento de Santa Cruz, quienes pidieron ayuda a las autoridades, después que sus sembradíos se inundaron por la crecida del río Grande.
La fuerza del torrente acuífero destruyó un dique construido el año pasado por la Gobernación y anegó las tierras de ese municipio con el correspondiente daño a los sembrados de yuca y sábila.
Según se informó, cinco comunidades quedaron afectadas y están en riesgo de quedar inundadas si las lluvias continúan.
Un reporte de Bolivia Tv reflejó la preocupación de los comunarios ante un boquete de entrada de aproximadamente 50 metros, que quedó abierta tras la paralización de trabajos de contención por parte de las autoridades municipales y departamentales, y resulta una amenaza también para las viviendas.
El pronóstico para el fin de semana no es alentador, pues indica que continuarán las lluvias y la crecida en el nivel de los ríos, lo que pone en riesgo cultivos de cítricos, verduras y, en especial cebollas.
— NNN-PRENSA LATINA