NACIONES UNIDAS, 19 dic (NNN-UNIS) — Las economías de América Latina y el Caribe enfrentan un panorama complejo en los próximos años, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024 revela que la región acabará con un crecimiento del 2,2% en 2024 y crecerá un 2,4% en 2025.
El informe destaca que el crecimiento económico de la región sigue dependiendo en gran medida del consumo privado, mientras que la inversión permanece rezagada. Durante la última década (2015-2024), el crecimiento promedio anual ha sido de apenas 1%, lo que ha resultado en un estancamiento del PIB per cápita.
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL, subrayó la necesidad de aumentar la capacidad de las economías para movilizar recursos financieros y fortalecer la resiliencia frente a las fluctuaciones económicas.
Durante la presentación del informe, realizada junto con Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, se enfatizó la importancia de adoptar políticas de desarrollo productivo que incrementen la productividad, fomenten la inversión en capital productivo y generen empleo de calidad.
En 2025, se espera que América del Sur crezca un 2,6%, Centroamérica un 2,9%, y el Caribe (sin incluir a Guyana) un 2,6%. Sin embargo, persisten desafíos significativos, como el bajo ritmo de creación de empleo, la elevada informalidad y las brechas de género en los mercados laborales.
El crecimiento del empleo en la región también es limitado, con una tasa proyectada de 1,7% para 2024, la más baja desde la pandemia de COVID-19.
La tasa de empleo informal promedio se espera que sea del 46,7%, una leve disminución respecto al año anterior, pero aún refleja la necesidad de políticas efectivas para formalizar el empleo y mejorar las condiciones laborales.
Tras alcanzar un máximo en 2022, la inflación en la región ha mostrado una tendencia a la baja, con una mediana de 3,7% en diciembre de 2023 y una proyección de 3,4% para 2024. A pesar de esta reducción, la inflación sigue siendo superior a los niveles prepandemia.
En el ámbito fiscal, los ingresos enfrentan dificultades para incrementarse a corto plazo, mientras que los gastos públicos se mantienen estables ante una creciente carga de la deuda. Esto plantea riesgos para la sostenibilidad fiscal, vinculados al débil crecimiento del PIB, los altos costos de financiamiento y las fluctuaciones cambiarias.
La CEPAL propone fortalecer las finanzas públicas mediante el aumento de la recaudación tributaria y la reducción de la evasión fiscal. Además, se destaca la necesidad de reformas en la arquitectura financiera internacional para facilitar el acceso a recursos para el desarrollo.
En cuanto a las políticas de desarrollo productivo, se enfatiza la implementación de políticas de “nueva generación” que impulsen la transformación productiva, priorizando la sostenibilidad ambiental, la innovación tecnológica y la atracción de inversiones.
La CEPAL ha identificado 14 sectores clave agrupados en industria, servicios y áreas de sostenibilidad, que poseen un alto potencial para dinamizar el crecimiento y la productividad en la región.
El informe concluye que, para superar la trampa de baja capacidad de crecimiento, es esencial una mayor coordinación regional y la implementación de políticas integrales que fortalezcan las economías de América Latina y el Caribe.
— NNN-UNIS