QUITO, 16 nov (NNN-TELESUR) — El viernes concluyó la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Cuenca, en el sur de Ecuador, sin lograr un consenso entre las 19 naciones participantes en este evento internacional.
A todo ello se le añade el hecho de que no se designó a ningún presidente ni se emitió una declaración oficial al respecto.
A pesar de que 22 países fueron convocados a la reunión, solo cuatro jefes de Estado asistieron, y se registró la ausencia de representantes de Venezuela, Nicaragua, México y Cuba.
La ministra de Relaciones Exteriores del país anfitrión, Gabriela Sommerfeld, destacó que «hubo posiciones radicales entre algunos países», lo que complicó el diálogo.
Todos los países presentes, excepto Argentina, representada por el embajador Eduardo Acevedo, mostraron su apoyo a una declaración que abarcaba temas como la equidad de género, la lucha contra el cambio climático, el impulso de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la condena al bloqueo comercial, económico y financiero impuesto por Estados Unidos (EE. UU.) a Cuba, entre otros asuntos.
Sin embargo, el delegado argentino se opuso, lo que llevó a Cuba a rechazar la firma de un acuerdo que no atendía sus intereses específicos en relación con la política exterior estadounidense.
Esta ha sido la Cumbre Iberoamericana con menor asistencia de mandatarios desde el inicio de estos encuentros en 1991, es decir, hace más de 30 años.
— NNN-TELESUR