LONDRES, 30 de abril (NNN-TELESUR) — El Gobierno y la oposición reanudaron el lunes, en Londres, las conversaciones para destrabar el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El brexit debió entrar en vigor el 29 de marzo pasado, pero la negativa de la Cámara de los Comunes a respaldar el tratado de retirada negociado por la primera ministra Theresa May con sus pares europeos, obligó a posponer el divorcio para el 31 de octubre.
Al término de las pláticas, que estuvieron detenidas por las vacaciones de Pascua, las partes coincidieron en calificarlas de positivas y productivas, aunque sin adelantar todavía algún resultado concreto. El ministro de Gobierno, David Lidington, por ejemplo, consideró alentador que se reconociera la necesidad de inyectarle una mayor urgencia al diálogo. Mientras que la parlamentaria laborista, Sue Hayman, aseguró que ya se estaba discutiendo los detalles esenciales del eventual acuerdo.
Según los términos acordados por los 27 miembros de la UE en una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas el 11 de abril pasado, Londres podrá abandonar la alianza tan pronto como el Parlamento británico ratifique el tratado de retirada ya firmado. Si no lo hace antes del 22 de mayo próximo, los británicos estarán obligados a participar el día siguiente en las elecciones para el Parlamento Europeo, una opción que May quiere evitar a toda costa.
La crisis del brexit parte de la negativa de los parlamentarios, en su mayoría conservadores, que apoyan una cláusula introducida por la UE para evitar el establecimiento de una frontera dura entre ambas Irlandas. En virtud de esa medida, la provincia británica de Irlanda del Norte seguirá las regulaciones comerciales y aduaneras europeas, algo que para los euroescépticos constituye una violación de la soberanía del Reino Unido.
Por su parte, los laboristas, abogan por un brexit “blando’”, que incluya la permanencia del país dentro de una unión aduanera y comercial con la UE, y garantice la protección de los derechos de los trabajadores y de las regulaciones medioambientales ahora existente. Muchos de los miembros del partido que encabeza Jeremy Corbyn también apoyan la celebración de un referendo confirmatorio sobre cualquier acuerdo que apruebe el Parlamento sobre el controvertido tema.
— NNN-TELESUR