BEIRUT, 21 sep (NNN-CUBADEBATE) — Un bombardeo israelí, que Tel Aviv calificó de “selectivo”, golpeó Beirut el viernes causando la muerte de al menos 10 personas y heridas a más de 60, dijeron funcionarios de salud libaneses.
El del viernes sería el ataque más mortífero de Israel contra la capital del Líbano desde que comenzó la actual escalada militar contra Gaza en octubre de 2023.
El ataque israelí contra los poblados suburbios del sur de Beirut se produjo durante la hora pico, cuando la gente se dirigía a casa desde el trabajo y los niños salían de la escuela.
Las cadenas locales transmitieron imágenes que mostraban al menos dos edificios completamente colapsados. La defensa civil declaró que sus equipos de rescate estaban buscando personas bajo los escombros de dos edificios afectados por el ataque.
El ejército israelí tenía como objetivo a Ibrahim Akil, un jefe militar de Hizbulá, dijo un funcionario israelí que habló bajo condición de anonimato en acuerdo con las normas, informó la agencia AP.
Según un reporte de EFE, el Ejército israelí confirmó la muerte de Akil. “Bajo la precisa dirección de la División de Inteligencia, aviones de combate de la Fuerza Aérea atacaron el área de Beirut y mataron a Ibrahim Aqil, el jefe de Operaciones de Hizbulá”, dijo el Ejército en un comunicado.
Civiles y miembros del ejército inspeccionan el lugar de un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut, Líbano, el 20 de septiembre de 2024. Foto: Reuters.
El ataque de Israel se produjo poco después de que Hizbulá bombardeó el norte de Israel con cohetes, una acción que a su vez siguió al extenso ataque ejecutado con bíperes y walkie-talkies, con saldo de unos 40 muertos y miles de heridos, que se atribuye a la inteligencia israelí.
Hizbulá dijo más tarde que atacó el viernes con cohetes una base de inteligencia en el norte de Israel a la que atribuyó asesinatos, después del bombardeo israelí contra una zona del sur de la capital de Líbano.
Los intercambios entre Hizbulá e Israel han sido regulares desde que comenzó la actual escalada militar israelí, en octubre de 2023, pero analistas destacaron que la andanada de cohetes que cayó el viernes sobre Beirut fue más intensa de lo normal.
Durante dos días, cientos de bíperes y de walkie-talkies, herramientas de comunicación ordinarias, se transformaron en artefactos explosivos en Líbano y Siria, en una de las operaciones secretas más espectaculares de las últimas décadas.
En un análisis se señala que “la autoría, como suele ocurrir en las operaciones que marcaron la historia de los servicios secretos, no está probada, una situación que permite a su artífice poder negarla. Pero ningún experto, militar, agente o Estado alberga la menor duda. La operación de los bíperes lleva el sello del Mosad, el poderoso servicio de inteligencia exterior de Israel y responsable de las operaciones especiales en el extranjero”.
El análisis recuerda que los reputados servicios israelíes vivieron un último año de extrema tensión, acusados de no ver venir el ataque del movimiento islamista Hamás en Israel el 7 de octubre.
Las explosiones de los bíperes, pequeños dispositivos que permiten recibir mensajes y alertas sonoras, el pasado 17 de septiembre, ocurrieron en el sur de Beirut, en el valle oriental de la Becá e incluso en Siria.
El Instituto estadounidense para el Estudio de la Guerra (ISW) afirma que se enviaron a Líbano unos 5 000 bíperes hace cinco meses. Según este centro de reflexión, que cita fuentes estadounidenses sin especificar, la operación se desencadenó por temor a que “Hezbolá descubriera los dispositivos manipulados”.
Un funcionario de seguridad libanés afirma que “estaban preprogramados para explotar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería”.
Los servicios israelíes interceptaron estos dispositivos, del fabricante Gold Apollo de Taiwán, antes de su llegada a Líbano, según fuentes de varias nacionalidades citadas por el diario The New York Times. Pero la empresa taiwanesa asegura que no los fabricó y apunta a su socio húngaro BAC.
Esta compañía, fundada en 2022 y registrada en Budapest, tiene como única empleada a su presidenta, Cristiana Barsony-Arcidiacono.
“Los dispositivos en cuestión nunca estuvieron en suelo húngaro”, según el Gobierno de Hungría.
Mientras se multiplicaban en todo el mundo las condenas y los llamados a la calma, el miércoles explotaron walkie-talkies en Líbano, algunos durante los funerales de las víctimas del jueves.
En total, las explosiones de ambos dispositivos dejaron 37 muertos en dos días, según el ministro de Salud libanés. Desde muchos lugares llegan las advertencias y los temores de que es otra vuelta de tuerca a la explosiva situación en la región.
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