QUITO, 14 sep (NNN-TELESUR) — El presidente Daniel Noboa decidió el viernes vetar la Ley de Defensa contra Incendios tras detectar errores de forma y de fondo en la propuesta, que pondrían en riesgo el funcionamiento de los cuerpos de Bomberos, a pesar de que la legislación había sido aprobada anteriormente por la Asamblea.
La Presidencia ecuatoriana informó que la medida responde a que «Ante la situación actual del país, en cuanto al incremento de incendios forestales, se vuelve imperante manejar con responsabilidad cualquier normativa al respecto». Asimismo, notificó que Noboa habría recibido más de 50 cartas de bomberos a escala nacional rechazando la propuesta.
La propuesta del Legislativo reduce los recursos de los cuerpos de Bomberos, al afectar los aportes ciudadanos derivados del impuesto predial. La resolución presidencial agrega que la disminución de estos fondos limitaría la capacidad operativa y de respuesta de los bomberos, especialmente en medio de sequías y fuertes vientos.
Para el Ejecutivo también eran perjudiciales las reformas al Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público (Coescop), por la eliminación de artículos que regulan las infracciones de todas las entidades involucradas con la protección de la ciudadanía, incluyendo a los propios bomberos.
Asimismo, se proponía legalizar a los bomberos voluntarios como servidores públicos, algo ya desestimada por la Corte Constitucional por varias razones, entre ellas que el rol de bombero exige una alta profesionalización, dada la complejidad de sus tareas. Además, afectaría el régimen de ascenso, disciplina y organización de las entidades bomberiles.
El proyecto de ley aprobado el pasado 13 de agosto por la Asamblea fue promovido por la legisladora Gabriela Molina, de la Revolución Ciudadana y aunque consiguió el apoyo de 115 asambleístas, el gobierno la desestimó «por ser desprolija y no ajustarse a las reales necesidades de los elementos bomberiles».
No obstante, en su momento la Asamblea ponderó la propuesta por estar orientada al desarrollo de los bomberos y a garantizar condiciones adecuadas para el ejercicio de su función. Además, promovía la autonomía de los Cuerpos de Bomberos, evitando la influencia de las autoridades municipales o metropolitanas.
