SANTIAGO DE CHILE, 8 sep (NNN-PRENSA LATINA) — El salar de Maricunga, considerado el humedal andino más austral de Chile, corre peligro debido a la política nacional de explotación de litio, advirtieron aquí organizaciones defensoras del medioambiente.
De acuerdo con el anuncio realizado por el Gobierno, son 23 los sitios de donde se extraerá el llamado oro blanco, siete clasificados como estratégicos y 16 de menor categoría que estarán abiertos al capital privado nacional y foráneo.
Sin embargo, Carlos Pizarro, miembro del colectivo Salvemos Maricunga, dijo que de ese total hay ocho bajo diversas normas de resguardo en la ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Ello se debe, agregó el activista, a que son Parque o Reserva Nacional, Monumento Natural o Sitio Ramsar, como se conoce a los incluidos en la Convención de Humedales, según el tratado intergubernamental establecido en 1971.
Maricunga está en esta clasificación y por eso no podría formar parte de la explotación del litio, afirmó Pizarro en declaraciones publicadas el sábado por Radio y Diario Universidad de Chile.
El sector sur del salar está integrado a la Laguna Santa Rosa y se ubica dentro del parque nacional Nevado Tres Cruces, en la región de Atacama, y se conecta con otros sitios prioritarios, como el corredor biológico Pantanillo. No obstante, la Corporación Nacional del Cobre trabajará en la parte norte, donde está la mayor concentración del metal blando.
Según la organización Salvemos Maricunga, el error de la estrategia chilena radica en no considerar al humedal como un sistema único, cuyas corrientes de agua y zonas más profundas están conectadas entre sí y se alimentan, o se afectan, en su totalidad.
Desde hace más de un año el Observatorio Plurinacional de Salares Andinos (Opsal) presentó sus preocupaciones respecto a la iniciativa del Gobierno, la cual se hizo, aseguran, a espaldas de la sociedad civil, las organizaciones territoriales y los pueblos aledaños.
El coordinador de Opsal, Ramón Balcázar, llamó a cambiar la mirada y dejar de ver estos sitios sólo como depósitos mineros y concebirlos como ecosistemas integrales donde conviven numerosas especies vegetales y animales.
— NNN-PRENSA LATINA