GINEBRA, 4 sep (NNN-PRENSA LATINA) — La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el martes sus primeras orientaciones sobre la contaminación por antibióticos procedente de la fabricación, tema que ocasiona un daño ambiental sobre el cual existe poca información accesible.
Estas novedosas directrices sobre la gestión de aguas residuales y residuos sólidos en la fabricación de antibióticos arrojan luz sobre este importante pero desatendido reto antes de la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que tendrá lugar el próximo 26 de septiembre.
De acuerdo con los expertos, la aparición y propagación de la RAM causada por la contaminación por antibióticos podría socavar la eficacia de los antibióticos en todo el mundo, incluidos los medicamentos producidos en los centros de fabricación responsables de la contaminación.
A pesar de que los altos niveles de contaminación por antibióticos están ampliamente documentados, el problema carece en gran medida de regulación y los criterios de garantía de calidad generalmente no abordan las emisiones ambientales.
Además, una vez distribuidos los antibióticos, no se informa a los consumidores sobre cómo desecharlos cuando no se utilizan, por ejemplo, cuando caducan o se termina el tratamiento pero todavía queda medicamento.
La subdirectora general interina de la OMS para la RAM, Yukiko Nakatani, explicó que los residuos farmacéuticos de la fabricación de antibióticos pueden facilitar la aparición de nuevas bacterias resistentes a los medicamentos, que podrían propagarse por todo el mundo y amenazar la salud.
El control de la contaminación derivada de la producción de antibióticos contribuye a que estos medicamentos que salvan vidas sigan siendo eficaces para todos, dijo.
Por su parte, la directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, María Neira, detalló que las orientaciones proporcionan una base científica independiente e imparcial para que los organismos reguladores, y los inspectores, entre otros, incluyan en sus normas un un control sólido de la contaminación por antibióticos.
Estas disposiciones fueron elaboradas en estrecha colaboración con un grupo diverso de expertos que representan a instituciones académicas, organismos de regulación, inspectores, organizaciones internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente y otros sectores.
— NNN-PRENSA LATINA