NACIONES UNIDAS, 14 ago (NNN-PRENSA LATINA) — La escalada de violencia en Myanmar afecta en particular a los niños mientras los civiles intentan escapar del conflicto que amenaza los servicios críticos y la asistencia humanitaria.
De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los menores y sus familias son atacados o atrapados en el fuego cruzado, lo que provoca víctimas y heridos graves.
En medio del empeoramiento de la situación, 18,6 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, seis millones de ellas niños.
Un reciente comunicado de Naciones Unidas denunció el aumento de las hostilidades en país asiático que acumuló solamente en la última semana varias decenas de víctimas fatales de la comunidad rohingya.
Los rohingyas son una comunidad mayoritariamente musulmana que huye de oleadas de persecución en la nación predominantemente budista.
El titular del organismo, António Guterres, mostró alarma por los informes de civiles asesinados en las ciudades de Maungdaw, en el estado de Rakhine, y Lashio, en el estado de Shan, mientras intentaban huir.
“Estos incidentes forman parte de una tendencia profundamente preocupante en el intensificado conflicto, en el que los civiles son los más afectados por un conflicto que ha trastocado millones de vidas”, dijo a la prensa Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general.
La ONU recordó a las partes su obligación con el derecho internacional humanitario, de proteger a los civiles y sus bienes, así como de permitir que todas las comunidades accedan de manera segura a la ayuda humanitaria.
El golpe militar de de febrero de 2021 mantiene a la nación en un conflicto entre las fuerzas del ejército con grupos armados de oposición, que ha provocado desplazamientos masivos y miles de víctimas.
— NNN-PRENSA LATINA