NACIONES UNIDAS, 30 jul (NNN-UNIS) — En un intento por evitar una epidemia de polio en Gaza, los trabajadores humanitarios de la ONU reiteraron este martes los continuos llamamientos internacionales a un alto el fuego que permita que se inicie una campaña de vacunación masiva.
Casi diez meses de guerra e intensos bombardeos israelíes han destrozado el sistema de salud en Gaza y han interrumpido las rondas de vacunación rutinarias para los jóvenes, dejándolos expuestos a una serie de enfermedades prevenibles, incluida la polio, cuyo virus se identificó el mes pasado en varias muestras de aguas residuales tomadas en distintos puntos de la Franja, según confirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En conferencia de prensa en Ginebra, el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, dijo que un alto el fuego sería la mejor solución, pero pidió que, como mínimo, se mantengan despejadas las carreteras del territorio palestino y se permita un acceso seguro a los suministros médicos y de socorro.
“De lo contrario, las vacunas se quedarían estancadas como muchos otros camiones al otro lado de la frontera, ya sea en el lado de Rafah o en otros puestos de control, dentro o fuera de Gaza”, apuntó.
La OMS anunció la semana pasada el envío de un millón de vacunas contra la polio a la Franja.
Hasta ahora no se han reportado casos de parálisis, según la OMS.
El portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por su parte, explicó que i un niño recibe el ciclo completo de vacunas, el riesgo de contraer polio paralizante es “insignificante”.
James Elder insistió en que las tasas de vacunación habían sido “muy altas” antes de que estallara la guerra tras los ataques liderados por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre.
“Pero la suma del desplazamiento masivo, la destrucción de la infraestructura sanitaria y el entorno operativo terriblemente inseguro hace que todo sea mucho, mucho más difícil, poniendo en riesgo a cada vez más niños”, recalcó, y añadió que la cobertura de vacunación se sitúa ahora en torno al 89%, “de ahí que haya un mayor riesgo para los niños”.
Luego de condenar la destrucción, según se informó la semana pasada, de una importante estación de tratamiento de agua en la ciudad meridional de Rafah, Elder subrayó los peligros sanitarios adicionales que esto ha creado para los habitantes de Gaza. “Es otro triste recordatorio de estos ataques a familias que ya tienen una necesidad desesperada de agua”, abundó.
Hoy en día, en Gaza, la disponibilidad media de agua ha descendido a entre dos y nueve litros por persona y día, cuando el mínimo debería ser de 15 litros, continuó Elder.
“De alguna manera, la gente está resistiendo, pero, por supuesto, ahora estamos en ese ciclo mortal en el que los niños están muy desnutridos, hay un calor inmenso, hay falta de agua, hay una terrible falta de saneamiento y ese es el ciclo. Además de eso, por supuesto, hay un conflicto muy, muy activo”, enfatizó.
En su última actualización publicada el lunes por la tarde, la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que más de 200.000 personas en Gaza –9% de la población– han sido desplazadas por las órdenes de evacuación israelíes.
Las directivas emitidas por las autoridades israelíes el sábado y el domingo afectaron a Rafah, Khan Younis y Deir Al-Balah, “donde se habían refugiado un total de 56.000 personas”, detalló OCHA, y advirtió que estos desplazamientos ocurren “en un momento en que las condiciones de agua, saneamiento e higiene se están erosionando aún más en Gaza, con enfermedades infecciosas en aumento”.
— NNN-UNIS