NACIONES UNIDAS, 29 jul (NNN-UNIS) — El secretario general de la ONU y otros funcionarios han condenado el bombardeo perpetrado el sábado contra un campo de fútbol en la ciudad de Majdal Shams, en los Altos del Golán, en el que murieron al menos doce civiles, en su mayoría niños y adolescentes.
En un comunicado de su portavoz, António Guterres transmitió su más sentido pésame a las familias de quienes perdieron la vida y deseó una pronta recuperación a todos los heridos.
“Los civiles, y los niños en particular, no deben seguir soportando la carga de la horrible violencia que asola la región”, añadió.
Guterres hizo un llamamiento a todas las partes “para que actúen con la máxima moderación” y reiteró una vez más su llamamiento constante a todas las partes implicadas para que eviten una nueva escalada.
“Los intercambios de disparos a través de la Línea Azul deben cesar inmediatamente. Todas las partes deben cumplir las obligaciones que les impone el derecho internacional”, señaló, añadiendo que las partes deben volver a comprometerse urgentemente con la plena aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad* de la ONU y volver inmediatamente al cese de las hostilidades.
También en reacción al “abominable ataque con cohetes”, el principal enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió el sábado en X que la región está al borde del abismo.
“El mundo y la región no pueden permitirse otro conflicto abierto. Insto a todos a ejercer la máxima moderación. El lanzamiento de cohetes a través de la Línea Azul debe cesar inmediatamente”.
En una declaración conjunta hecha pública el sábado, la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el comandante de la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano (FINUL), Aroldo Lázaro, condenaron también el ataque.
“Deploramos la muerte de civiles -niños y adolescentes- en Majdal Shams. Los civiles deben ser protegidos en todo momento”, afirmaron.
Los dos funcionarios instaron a las partes a ejercer la máxima moderación y poner fin a la intensificación de los ataques en curso, temiendo que “podría encender una conflagración más amplia que envolvería a toda la región en una catástrofe inimaginable”.
- Adoptada por el Consejo de Seguridad en 2006, la resolución 1701 pretendía poner fin a la guerra de ese año entre Israel y Hezbolá. Exige el fin de las hostilidades, la retirada de las fuerzas israelíes de Líbano y el establecimiento de una zona desmilitarizada.
— NNN-UNIS