Economía tailandesa enfrenta agitación por importaciones chinas baratas

BANGKOK, 16 jul (NNN-VNA) — Cuando el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD abrió su primera fábrica en el Sudeste Asiático en Tailandia a principios de este mes, el país fue el centro de atención y recibió elogios por su visión industrial.

Foto: harry_nl

Sin embargo, recibió menos atención el anuncio de otro gran fabricante de automóviles, Suzuki Motor, apenas unas semanas antes, de que cerraría una fábrica tailandesa que producía hasta 60 mil coches al año.

La medida del fabricante de automóviles japonés refleja las de muchas otras empresas en la segunda economía más grande del sudeste asiático, que está soportando la peor parte de las importaciones baratas de China y una caída en la competitividad industrial debido a factores que incluyen el aumento de los precios de la energía y una fuerza laboral envejecida.

Tailandia ha sido testigo del cierre de casi dos mil fábricas el año pasado, lo que ha trastornado su sector manufacturero, que aporta casi una cuarta parte de su producto interno bruto (PIB).

Los problemas del sector manufacturero han dejado al primer ministro Srettha Thavisin, que asumió el poder el año pasado, luchando por cumplir su promesa de llevar el crecimiento promedio anual del PIB al 5% durante su mandato de cuatro años, frente al 1,73% de la última década.

Los cierres de fábricas entre julio de 2023 y junio de 2024 aumentaron un 40% con respecto a los 12 meses anteriores, según los últimos datos del Departamento de Obras Industriales que no se han informado anteriormente.

Como resultado, la pérdida de empleos aumentó un 80% durante el mismo período, y más de 51 mil 500 trabajadores se quedaron sin empleo, según muestran los datos.

A partir de este mes, Tailandia recauda un impuesto al valor agregado del 7% sobre productos importados baratos con un precio inferior a 41 dólares, en su mayoría procedentes de China, pero dichos productos todavía están exentos de derechos de aduana.
— NNN-VNA

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