PUERTO PRÍNCIPE, 6 jul (NNN-TELESUR) — El connotado líder pandillero haitiano, Jimmy Cherisier, propuso el viernes al primer ministro, Gary Conille, en una comparecencia televisada, deponer las armas en “aras de promover un diálogo nacional que permita recuperar la paz” en la nación caribeña, extensamente asolada por los excesos del crimen organizado.
“Hemos decidido anunciar públicamente que nuestra estrategia de deponer las armas para facilitar el diálogo nacional y fomentar la paz ya está escrita en blanco y negro en nuestra agenda (…) Estamos dispuestos a elegir a un ciudadano haitiano creíble y coherente en la diáspora para facilitar el diálogo con el fin de poner fin a esta guerra mafiosa”, afirmó.
Cherisier, alias Barbecue, es un expolicía devenido líder de una coalición de bandas armadas conocida como Vivre Ensemble (Vivir Junto) identificada como la mayor fuerza criminal que concentra el mayor poder de fuego y el control más extensivo de las zonas bajo el poder de los grupos delincuenciales.
Ahora, afeitado, elegantemente vestido con una chaqueta granate y usando espejuelos, el otrora fiero combatiente, siempre armado y con actitud desafiante trocó su usual apariencia amenazante por un tono conciliador, gestos suavizados, lenguaje correcto seguido de un discurso escrito y bien redactado.
“Queremos la paz,porque queremos destruir la guerra. Queremos el diálogo porque queremos la paz. Todos los que no quieren diálogo se sentaron en la guerra”, afirmó y se preguntó “¿Por qué este hombre, el doctor Garry Conille, no va a aprovechar el diálogo nacional para poner fin a la guerra y que la paz vuelva a todo el país?”.
Según Cherisier, el primer ministro debe entender claramente que “Solo a través del diálogo nacional podrá el Estado haitiano recuperar el control de los territorios del país, como exige la Constitución vigente”, destacó Barbecue, quien no dejó de alabar los méritos de Conille y admitió haber cometido “varios errores” como jefe de pandillas.
Desde los mismos inicios de la crisis haitiana, Barbecue ha sido acusado de varias masacres, asesinatos y excesos en todo el país. Su apodo lo ganó por su costumbre de quemar en una plancha de metal a sus enemigos tras capturarlos y torturarlos. El pasado 9 de junio asesinó a tres miembros de la unidad antipandillas de la policía haitiana.
En febrero último, Vivre Ensemble, poderosa coalición armada que une las pandillas G9 y GPEP, atacó e incendió comisarías de policía, desplazando de sus hogares a miles de residentes por miedo a caer bajo las extorsiones y el fuego cruzado de sus tiroteos con las fuerzas del orden. También ha destruido el centro de la ciudad de Puerto Príncipe, la capital.
En Haití se encuentran desde hace más de una semana un primer contingente de policías kenianos que integran la avanzada de alrededor de mil agentes de ese país africano que, como parte de una fuerza de seguridad internacional, ayudarán a las autoridades haitianas a recuperar el control del país.
— NNN-TELESUR