NACIONES UNIDAS, 9 jun (NNN-UNIS) — Más de dos años después de su escalada, la guerra en Ucrania continúa destrozando las vidas, los hogares y el futuro de los civiles, millones de los cuales dependen de la ayuda humanitaria, dijo el viernes la coordinadora adjunta de Ayuda de Emergencia de la ONU al Consejo de Seguridad.
En una sesión dedicada a la situación humanitaria en Ucrania, Joyce Msuya, afirmó que la magnitud de las necesidades humanitarias en ese país sigue siendo enorme y precisó que más de 14,6 millones de personas, cerca del 40% de la población, precisa alguna forma de asistencia para sobrevivir.
“Millones de personas se enfrentan a otro año, y potencialmente a otro invierno, de sufrimiento y privaciones. Muchos, en particular los de las comunidades en la primera línea de combates, siguen dependiendo de la ayuda humanitaria para satisfacer sus necesidades más básicas”, insistió.
Msuya señaló que los organismos de la ONU y sus socios continúan brindando apoyo a las personas afectadas por la guerra, pero subrayó que cuanto más duren la violencia y la destrucción, la tarea de reconstruir vidas y comunidades devastadas será mayor, además de que aumentará el sufrimiento de la gente.
Afirmó que el impacto a largo plazo de la conflagración durará muchas generaciones y reiteró el llamado a los miembros del Consejo de Seguridad y a la comunidad internacional en su conjunto a trabajar para ponerle fin.
“Seguimos instando al Consejo de Seguridad y a todos los Estados Miembros a que hagan todo lo que esté a su alcance para garantizar el respeto a las reglas de la guerra, buscar la paz y poner fin al sufrimiento del pueblo ucraniano”, puntualizó.
Msuya informó que las víctimas civiles van en aumento, con unas 174 personas muertas y 690 heridas en mayo, más de la mitad ellas en Kharkov, donde también hay más de 18.000 desplazados, de acuerdo con cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Añadió que más de 12.000 personas reciben asistencia en el centro de tránsito de Kharkov, lo que incluye alimentos, agua, ropa, artículos para el hogar, dinero en efectivo y apoyo psicosocial.
Sin embargo, continuó, los civiles que permanecen en las zonas fronterizas y de primera línea de la misma región se encuentran en condiciones difíciles. “Muchos de ellos no tienen acceso a alimentos, atención médica, electricidad o gas”, indicó.
La subtitular de la Oficina de Asuntos Humanitarios destacó que la ONU ha confirmado que desde el 24 de febrero de 2022, cuando empezó la incursión rusa, al menos 11.000 civiles han muerto y 21.000 civiles han sido heridos en Ucrania, aunque es probable que las pérdidas reales sean mucho mayores.
— NNN-UNIS