NACIONES UNIDAS, 25 may (NNN-UNIS) — Un grupo de expertos de la ONU insta a respetar los derechos de esa población y agrega que, con un nuevo gobierno comprometido con la justicia, Colombia tiene una oportunidad única para acabar con siglos de discriminación y racismo institucionalizados y sistémicos contra los afrodescendientes.
El Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescendientes instó el viernes al Gobierno de Colombia a hacer frente al racismo sistémico e institucional que ha padecido ese grupo de población a lo largo de los siglos.
Al concluir una visita oficial de diez días al país sudamericano, el Grupo señaló en un comunicado que Colombia “debe emprender un cambio transformador efectivo para restaurar la dignidad, reparar la invisibilidad y defender el reconocimiento y los derechos de los afrodescendientes.
Los expertos reconocieron que Colombia ha adoptado disposiciones legales, políticas y estratégicas y ha creado instituciones para proteger los derechos humanos y hacer frente a las violaciones, además de que tribunales nacionales han empezado a dictar sentencias a favor de los afrodescendientes.
En este sentido, afirmaron que con un nuevo gobierno “comprometido con la justicia y los derechos humanos, Colombia tiene la oportunidad única para romper el ciclo de siglos de discriminación y racismo institucionalizados, estructurales y sistémicos contra los afrodescendientes”.
No obstante los avances, afirmaron que el país ha progresado menos en la mejora de la vida cotidiana de ese colectivo ya que no se ha aliviado su pobreza, ni se le ha garantizado sus derechos a la seguridad, la educación, la vivienda, el empleo, el acceso a los servicios básicos, la libertad de circulación, el acceso a la justicia, la participación en los asuntos políticos y públicos, la representación adecuada, el autogobierno y los derechos sobre el territorio.
“Colombia debe garantizarles esos derechos sin violencia ni discriminación”, enfatizó el Grupo de Trabajo.
Tras aseverar que los afrodescendientes y sus territorios han sido las mayores víctimas de los conflictos en Colombia, recordaron que la discriminación y el racismo se caracterizan por el abandono estatal y la falta de autonomía y autogobierno.
Durante su visita al país, los expertos hablaron con afrodescendientes, entre ellos mujeres, jóvenes, defensores de derechos humanos y personas LGBTIQ+ que les aseguraron que las regiones que habitan son zonas “de sacrificio racial” caracterizadas por el confinamiento.
Los testimonios dieron cuenta de la violencia, incluida la violencia sexual y de género, la violación como arma de guerra, los secuestros, los feminicidios, los asesinatos brutales en particular por parte de grupos armados y carteles del crimen organizado, la extorsión y el despojo brutal de tierras.
Asimismo, les reportaron del reclutamiento forzado de niños en grupos armados, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, mutilaciones, uso de niños para actividades ilegales, y del deterioro y destrucción de los medios de subsistencia y de su tejido social.
Los expertos sostuvieron que estos abusos agotan a los afrodescendientes y fomentan la desconfianza hacia las autoridades estatales y locales, incluidas las fuerzas armadas, por no protegerlos ni garantizarles un nivel de vida adecuado.
Colombia debe asegurar una reforma estructural e institucional que garantice a los afrodescendientes del país el ejercicio pleno y libre de sus derechos, subrayaron, y exhortaron a las autoridades a adoptar enfoques étnicos de reparación.
El Grupo también pidió a Colombia que garantice la participación y las consultas significativas de los afrodescendientes en todos los procesos y políticas que puedan afectarlos, incluso en el contexto de la implementación del Acuerdo de Paz de 2016.
El informe completo del Grupo de Trabajo sobre sus observaciones en Colombia será presentado al Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2025.
— NNN-UNIS