Sudaneses al borde de la hambruna tras un año del estallido de la guerra civil

PARÍS, 16 abr (NNN-CUBADEBATE) — Al borde del colapso y de la hambruna se encuentra la población de Sudán, un año después del estallido de la guerra civil.

Vista aérea de niños y sus familias cerca de los refugios provisionales del centro de desplazados de Khamsa Dagiga, en la ciudad de Zelingei, Darfur Central, Sudán. Foto: Spalton/Unicef

En el marco del primer aniversario del conflicto entre facciones militares rivales que se disputan el control del país, el gobierno de Emmanuel Macron encabezó una cumbre en París en la que la comunidad internacional se comprometió a aportar 2 000 millones de euros para proporcionar ayuda humanitaria a la nación del noreste de África.

“En total, se movilizarán más de 2 000 millones de euros en favor de los hombres y mujeres de Sudán”, víctimas de un conflicto “que ha provocado una de las peores crisis humanitarias del mundo”, confirmó Macron, en el encuentro.

Entre la ayuda prometida, se encuentra el compromiso de Bruselas de desembolsar 350 millones de euros, Francia apunta a 110 millones de euros, Estados Unidos señala que destinará 147 millones de dólares y Alemania anunció el pago de 244 millones de euros.

“Juntos podremos evitar una terrible hambruna, pero solo si actuamos ahora”, declaró la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, en la inauguración de la conferencia.

Al encuentro también asistieron el canciller francés, Stéphane Séjourné, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, y el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, entre otros líderes.

“27 millones de sudaneses, o la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria, de los cuales cerca de 15 millones son niños, 18 millones se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria aguda”, subrayó Séjourné.

El canciller francés destacó que el objetivo de la reunión fue movilizar fondos humanitarios para ayudar al pueblo sudanés, que ha sido víctima tanto de una “guerra terrible” como de la “indiferencia internacional”.

“Es una tarea colosal. Es una guerra que el pueblo sudanés no quería, una guerra que solo produce caos y sufrimiento”, resaltó Sejourne.

Hasta ahora, los esfuerzos diplomáticos no han logrado poner fin a la guerra civil en la que dos facciones armadas se enfrentan por el control del país: el Ejército, dirigido por el general Abdel Fattah al-Burhan, y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF), lideradas por el general Mohamed Hamdane Daglo.

Más de 14 000 personas han muerto y al menos 33 000 han resultado heridas.

Según estimaciones de la ONU, casi nueve millones de sudaneses se han visto obligadas a huir de sus hogares y desplazarse a otras zonas del país o hacia naciones vecinas.

“Los crímenes de guerra no quedarán impunes. Los beligerantes y sus partidarios son responsables de la continuación de los combates”, remarcó el presidente Macron el lunes, en referencia a las potencias regionales que financian a las partes en el conflicto de Sudán.

El conflicto en curso también ha estado marcado por informes generalizados de atrocidades.

Además del continuo desplazamiento, el hambre y la violencia sexual contra mujeres y niñas azotan día a día a la población, mientras gran parte de la infraestructura crucial –hogares, hospitales y escuelas– ha quedado reducida a escombros.

Entre las zonas más afectadas se encuentran Jartum, la capital, y la región occidental de Darfur.

“No podemos permitir que esta pesadilla nuble nuestra vista. Es hora de apoyar al pueblo sudanés. Es hora de silenciar las armas”, aseguró el secretario general de la ONU, António Guterres, en un mensaje por video emitido durante la conferencia en París.

Los trabajadores humanitarios advierten que Sudán se precipita hacia una calamidad de hambruna de escala aún mayor, con posibles muertes masivas en los próximos meses.

Las redes de producción y distribución de alimentos se han desmoronado y las agencias de ayuda no pueden llegar a las regiones más afectadas.

“La hambruna es una realidad en Sudán”, sostuvo Abdallah al-Dardari, director regional del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.

El funcionario hizo un llamado a los diplomáticos reunidos en la capital francesa a ayudar a facilitar el acceso de los trabajadores humanitarios y la financiación de asistencia vital para millones de personas atrapadas en un conflicto que se está “deteriorando rápidamente debido a la falta de respeto por los derechos humanos y el derecho internacional”.

Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), al menos el 37% de la población en nivel de crisis o superior sufre hambre.

La ONG Save the Children advierte que alrededor de 230 000 niños, mujeres embarazadas y madres podrían morir por desnutrición en los próximos meses.
— NNN-CUBADEBATE

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