NACIONES UNIDAS, 16 mar (NNN-UNIS) — La guerra en Gaza ha dejado la escalofriante cifra de casi 23 millones de toneladas de escombros y armas sin explotar esparcidas por todo el enclave, según afirmaron el viernes los trabajadores humanitarios de la ONU.
Así, “pasarán años” antes de que la Franja vuelva a ser un lugar seguro, señaló la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNWRA) en su última actualización de la desastrosa emergencia humanitaria que sigue desarrollándose.
La vida de más de dos millones de habitantes de Gaza se ha visto devastada por los bombardeos diarios israelíes, desde los atentados dirigidos por Hamás en Israel el 7 de octubre, señaló la agencia de la ONU en un post en X, antes Twitter.
UNRWA sigue proporcionando suministros y servicios vitales a más de 1,5 millones de desplazados en el sur de Gaza. Además, gestiona refugios para más de un millón de personas, a las que proporciona ayuda humanitaria y atención sanitaria primaria.
Por su parte, la Organización para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que el jueves tuvo lugar un nuevo incidente en la rotonda de al-Kuwaiti, a la entrada de la ciudad de Gaza, en el que murieron 20 palestinos y más de 155 resultaron heridos mientras esperaban ayuda humanitaria, según informes.
El responsable de OCHA, Martin Griffiths, dijo que “no puede permitirse que estos incidentes continúen” y que “la gente no debe de morir mientras tratan de mantener vivas a sus familias”. Añadió que “la distribución de comida en Gaza debe llevarse a cabo de una manera digna, segura y predecible”, antes de pedir una vez el fin del conflicto.
La labor humanitaria para salvar vidas ha continuado en medio de intensos bombardeos y operaciones terrestres israelíes, así como de intensos combates entre fuerzas israelíes y grupos armados palestinos.
En su última actualización sobre la situación de emergencia, OCHA informó de la persistencia de la violencia “en gran parte de la Franja de Gaza, especialmente en la zona de Hamad, en Jan Yunis (…) Las hostilidades están causando más víctimas civiles, desplazamientos y destrucción de viviendas y otras infraestructuras civiles”.
Entre la tarde de jueves y la mañana del viernes, murieron 149 palestinos y 300 resultaron heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Desde el 7 de octubre, al menos 31.490 palestinos han muerto y 73.439 han resultado heridos.
OCHA señaló también que los socios en la lucha contra las minas están llevando a cabo “evaluaciones de las amenazas de explosivos” y educando a los habitantes de Gaza sobre los peligros.
“Se necesitan urgentemente evaluaciones a mayor escala, pero los esfuerzos de respuesta se han visto obstaculizados por las restricciones a la importación de suministros humanitarios para la acción contra las minas y los requisitos de autorización para el despliegue de personal especializado.”
La noticia se produjo cuando Australia se convirtió en el último país en anunciar su intención de reanudar la financiación de la UNRWA, que vio cómo se evaporaba el apoyo de los donantes internacionales, en medio de las acusaciones israelíes de que parte del personal de la agencia había participado en los ataques del 7 de octubre.
Una investigación independiente continúa averiguando la veracidad de las acusaciones, mientras UNRWA también está complementando con su propia investigación. Poco después de que se hicieran públicas las acusaciones, nueve miembros del personal de UNRWA fueron despedidos.
Poco después también se supo que empleados de la agencia palestinos apresados por el Ejército israelí denunciaron torturas para obtener confesiones que les vincularan con Hamás, mientras que UNRWA ha recordado que la lista de empleados es entregada todos los años a las autoridades israelíes para su visto bueno sin que pusieran ninguna objeción a la última.
Mientras tanto, los esfuerzos para asegurar una nueva ruta marítima de ayuda desde Chipre a Gaza continuaron el viernes, cuando un barco de un ONG se acercó a la costa de Gaza.
El buque, que los satélites mostraron amarrado frente a la costa de la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, el viernes por la mañana, zarpó de Larnaca, en el sur de Chipre, el martes con 200 toneladas de suministros de socorro. Según los informes, estos suministros se entregarán en tierra una vez que se construya un embarcadero al sur de la ciudad de Gaza.
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