UAGADUGÚ, 4 mar (NNN-TELESUR) — Alrededor de 170 personas murieron en ataques contra tres aldeas en el norte de Burkina Faso hace una semana, reveló el domingo un fiscal regional mientras la violencia de organizaciones extremistas religiosas sigue en aumento en el país africano.
Ese mismo día, 25 de febrero, ataques separados contra una mezquita en el este de Burkina y una iglesia católica en el norte dejaron decenas más de muertos.
Aly Benjamin Coulibaly afirmó haber recibido informes sobre los ataques a las aldeas de Komsilga, Nodin y Soroe en la provincia de Yatenga el 25 de febrero, con un saldo provisional de “alrededor de 170 personas muertas”.
El fiscal mencionó que su oficina ordenó una investigación y pidió información al público.
Fuentes de seguridad locales dijeron que los ataques fueron independientes de los incidentes mortales que ocurrieron el mismo día en una mezquita en la comunidad rural de Natiaboani y una iglesia en el pueblo de Essakane.
Las autoridades aún no han publicado una cifra oficial de muertos por esos ataques, pero un alto funcionario de la iglesia dijo en ese momento que al menos 15 civiles murieron en ese ataque.
Burkina Faso ha estado lidiando con la insurgencia librada por los rebeldes del vecino Mali en 2015.
El 25 de febrero se produjeron varios ataques, en particular contra un destacamento militar en Tankoualou, en el este, un batallón de respuesta rápida en Kongoussi, en el norte, y soldados en la región norteña de Ouahigouya.
En respuesta, el ejército y miembros de los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), una fuerza civil que apoya a los militares, lanzaron operaciones que lograron “neutralizar a varios centenares de terroristas”, según fuentes de seguridad.
A principios de semana, el ministro de Seguridad, Mahamadou Sana, calificó la ola de ataques de “coordinados”.
“Este cambio en el enfoque táctico del enemigo se debe a que se han destruido bases terroristas, así como campos de entrenamiento y se han llevado a cabo acciones para secar la fuente de financiación del enemigo, así como sus corredores de suministro”, dijo Sana.
En este sentido, Burkina Faso está en alerta máxima tras las amenazas de ataques kamikazes en centros urbanos. Un memorando del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas pide un refuerzo de las medidas de seguridad a todos los niveles.
Los riesgos de atentados se repiten desde hace varias semanas, con indicios de atentados kamikazes perpetrados por grupos terroristas.
Además de estas amenazas, también son de temer ataques a gran escala contra las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) y los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP).
Para prepararse ante cualquier eventualidad, las autoridades han tomado las siguientes medidas: Elevación del nivel de alerta Reforzamiento de las medidas de seguridad a todos los niveles: Control y búsqueda sistemática de personas y vehículos Implantación o refuerzo de dispositivos de obstáculos.
El estricto cumplimiento de estas instrucciones es imperativo para garantizar la seguridad de la población. Se llama a todos los ciudadanos a estar atentos y denunciar cualquier comportamiento sospechoso a las autoridades.
— NNN-TELESUR