NACIONES UNIDAS, 18 ene (NNN-PRENSA LATINA) — La crisis en Sudán demanda un impulso urgente en la financiación y el compromiso para abordar la situación humanitaria, de acuerdo con el llamado de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El contexto para la población desplazada exige atención mundial urgente y un alto el fuego inmediato, aseguró la directora general de esa entidad, Amy Pope, tras confirmar personalmente el impacto devastador durante una reciente visita al este de Chad.
La OIM estima que seis millones de personas abandonaron sus hogares y huyeron a otras partes de Sudán desde que inició el conflicto nueve meses atrás, mientras que 1,7 millones de civiles han buscado refugio a través de las fronteras de Sudán del Sur, Chad, Etiopía, Egipto, la República Centroafricana y Libia.
Como resultado, las hostilidades trajeron a la región septentrional africana la mayor crisis de desplazados del planeta.
“Se necesita urgentemente un alto el fuego en Sudán para que la gente pueda reconstruir sus vidas con dignidad. No debemos dar la espalda al sufrimiento de millones de personas afectadas por un conflicto tan devastador”, afirmó Pope.
Ahora, más que nunca, necesitamos todo el apoyo posible para seguir brindando asistencia humanitaria que salva vidas y avanzar hacia la recuperación y soluciones a largo plazo, añadió.
A la par de sus declaraciones, la OIM lanzó un llamamiento para recaudar 307 millones de dólares en 2024 con el objetivo de llegar a 1,2 millones de personas afectadas por la crisis, incluidos desplazados internos, refugiados, repatriados y nacionales de terceros países.
Hasta la fecha, esa agencia de Naciones Unidas brindó ayuda a más de un millón de personas en Sudán y países vecinos, con asistencia en efectivo, transporte seguro y apoyo crítico en materia de salud, protección, agua, saneamiento e higiene.
La situación para los civiles empeoró en diciembre con la propagación de las hostilidades a la segunda ciudad más grande del país, Wad Madani, situada a unos 140 kilómetros al sureste de Jartum, la capital, y en el corazón del estado de Al Jazirah, conocido como el granero de la nación africana.
El aumento de los combates hacia esa zona, que hasta entonces acogía a refugiados de la capital y otras demarcaciones, provocó el desplazamiento de hasta 300 mil personas, según la OIM.
En total, casi medio millón de personas huyeron a Al Jazirah desde que estalló la guerra en abril entre el ejército sudanés y su rival militar, las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Como consecuencia los afectados buscan refugio en otros estados vecinos y muchas también han cruzado la frontera hacia Sudán del Sur. mem/ebr
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